El tratamiento quirúrgico de la Enfermedad de Parkinson se inició en los años 50 y se abandonó prácticamente con la introducción de la levodopa. Más tarde, en los años 80 se reinició debido a las complicaciones del tratamiento con levodopa a largo plazo. La cirugía de Parkinson se realiza mediante una lesión (talamotomía o palidotomía), o bien con técnicas de estimulación profunda (del tálamo, del subtálamo o del pálido). Actualmente, las más utilizadas son las técnicas de estimulación. No obstante, no todos los pacientes son buenos candidatos a cirugía de Parkinson.
El tratamiento quirúrgico está indicado cuando los síntomas motores (temblor, discinesias, alteraciones de la marcha, rigidez, bradicinesia) no pueden ser mejorados suficientemente con el tratamiento farmacológico.
Talamotomía. Es la destrucción quirúrgica de las células de una parte del cerebro llamada Tálamo. Es una lesión irreversible con efectos secundarios permanentes que, en ocasiones, puede tener efectos adversos que alteren otras funciones como la capacidad de hablar o la de moverse. Se realiza únicamente en un lado del cerebro. Entre 1946 y 1967 se realizaron más de 210.000 talamotomías.
Palidotomía. Es la destrucción quirúrgica de células específicas de la parte del cerebro llamada Globo Pálido. Es también una lesión irreversible utilizada en casos de Enfermedad de Parkinson grave que no responde al tratamiento farmacológico. En ocasiones, requiere una segunda intervención para conseguir los resultados que persigue. Esta intervención se puede realizar de manera bilateral, es decir, en ambas partes del cerebro. Entre 1985 y 1995 resurge la cirugía lesional funcional estereostática (palidotomía y talamotomía), aplicada a pacientes con Enfermedad de Parkinson grave.
Estimulación cerebral. La terapia de estimulación cerebral profunda (DBS Therapy) es un tratamiento quirúrgico que puede reducir algunos de los síntomas asociados a la enfermedad de Parkinson. Esta terapia ajustable y, si es necesario, reversible, usa un dispositivo implantado que estimula eléctricamente el cerebro bloqueando las señales que causan los síntomas motores incapacitantes. DBS Therapy utiliza un dispositivo médico implantado quirúrgicamente, similar a un marcapasos cardíaco, para administrar estimulación eléctrica en áreas muy definidas del cerebro.
La estimulación de estas áreas bloquea las señales que causan los síntomas motores incapacitantes de la enfermedad de Parkinson. La estimulación eléctrica puede ajustarse de forma no invasiva para aumentar al máximo los beneficios de la terapia. Como resultado, muchas personas logran tener un mayor control sobre los movimientos de su cuerpo.
El ejercicio físico está demostrando ser muy eficaz para el tratamiento de los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson, principalmente el equilibrio y la postura. El tratamiento de la enfermedad de Parkinson además del tratamiento farmacológico debe ir siempre acompañado del no farmacológico.
Dentro de estas terapias no farmacológicas podemos encontrar:
Atención Logopédica: rehabilitación integral de la comunicación, deglución y escritura de los afectados de párkinson dirigida a retrasar la dependencia y evitar el aislamiento social. Dentro de los objetivos de esta terapia destacamos:
- Mejorar el tono de voz, el habla y la respiración.
- Facilitar una masticación segura.
- Evitar atragantamientos.
- Disminuir el exceso de salivación.
- Reducir la inexpresividad facial.
- Proporcionar métodos alternativos de comunicación.
- Corregir la letra (micrografía).
Terapia ocupacional: dirigida a fomentar la integración y autonomía de las personas con párkinson en el desempeño de actividades de la vida cotidiana, adaptando su entorno y ayudando a mantener las funciones cognitivas básicas. Cuyos objetivos básicos son:
- Facilitar la autonomía en actividades de la vida diaria: comer, vestirse, asearse, utilizar el transporte público…
- Creación de un entorno accesible y seguro en el domicilio.
- Mantenimiento de funciones cognitivas, como la atención o la memoria, y de habilidades manipulativas.
Fisioterapia: dirigida a mejorar el estado físico y retrasar la progresión de los trastornos motores de la enfermedad de Parkinson, permitiendo mayor grado de autonomía para realizar actividades cotidianas que impliquen movilidad (levantarse, asearse, vestirse, pasear…). Cuyos objetivos principales son:
- Mantener y mejorar la movilidad, el equilibrio y la coordinación.
- Prevenir caídas.
- Reducir el dolor y la rigidez.
- Rehabilitar la marcha y superar bloqueos.
- Reeducar la postura.